Una parte importante de la evaluación del estado de los activos es determinar la adecuación estructural actual de la utilidad, tratar de predecir su vida útil restante y, si es necesario, determinar métodos adecuados para su rehabilitación o reemplazo. Estos métodos examinan la condición de la pared (condición del material de la tubería, integridad de la pared de la tubería y, donde hay corrosión o erosión, el espesor restante de la pared de la tubería). En conjunto con la interpretación visual/láser de la geometría de la sección transversal de la tubería y cualquier información que se pueda recopilar sobre huecos externos ocultos adyacentes a la tubería, se pueden realizar evaluaciones de adecuación estructural. Algunos sistemas de sensores también se enfocan en interpretar directamente respuestas estructurales a cargas impuestas o monitorear una tubería en busca de evidencia de deterioro (por ejemplo, sensores acústicos para tuberías de concreto pretensado que escuchan roturas de alambre). Este es un campo activo de investigación con muchos tipos diferentes de sistemas de sensores y métodos de implementación. Proporcionar los requisitos de energía a largo plazo para los sensores y los medios para recopilar periódicamente datos a través de conexiones inalámbricas son problemas clave de aplicación. Sin embargo, el objetivo de crear sistemas de monitoreo autónomos económicos que puedan distribuirse ampliamente en grandes redes de tuberías subterráneas es una meta importante para la gestión de activos a largo plazo.