En esta categoría, se utiliza un revestimiento flexible que generalmente está hecho de una lámina de plástico que es lisa en un lado y con protuberancias elevadas en el otro lado. La lámina del revestimiento se suelda longitudinalmente para formar un tubo, luego se dobla en forma de U y se introduce en la tubería para ser renovada. Cuando está en posición dentro de la tubería anfitriona, el revestimiento se expande en contacto con la tubería anfitriona. El lado liso del revestimiento mira hacia adentro y las protuberancias en forma de T miran hacia la tubería anfitriona. Luego se inserta un mortero estructural en el espacio anular con las protuberancias anclando la lámina del revestimiento en una estructura compuesta con el mortero. Para aplicaciones donde la detección de fugas es crítica, por ejemplo, en tuberías químicas, es posible incluir un segundo revestimiento como parte del sistema y para el cual el espacio anular no está enmorterado. Si el revestimiento primario experimenta una fuga, cualquier flujo de fuga puede ser monitoreado a través del espacio anular creado antes de que la fuga pueda causar contaminación externa.