El resina sin curar está diseñado para que, una vez que se haya instalado el revestimiento, el proceso de curado pueda completarse mientras el revestimiento se mantiene contra el interior de la tubería anfitriona y en un tiempo razonable. El enfoque más simple es simplemente permitir que la resina se cure en condiciones ambientales (es decir, a la temperatura que estará presente cuando el revestimiento se instale en la tubería anfitriona). Esto puede funcionar, pero es mucho más lento que otros enfoques utilizados y puede ser vulnerable a variaciones inesperadas de temperatura durante la instalación. El proceso de curado más comúnmente utilizado para revestimientos CIPP ha sido el curado con agua caliente. En este enfoque, se utiliza agua caliente tanto para inflar el revestimiento contra la tubería anfitriona como para iniciar el curado de la resina. Para acelerar el curado del revestimiento, se puede utilizar vapor en lugar de agua caliente, con la presión de vapor inflando el revestimiento en lugar de la presión de agua caliente. El proceso de curado de las resinas es exotérmico y, por lo tanto, el calor liberado contribuye al proceso de curado una vez que se inicia el curado. Las resinas también pueden diseñarse para que el curado se inicie utilizando luz ultravioleta. Este tipo de revestimiento tiene una larga vida útil, se infla mediante presión de aire y se inserta un tren de luz dentro del revestimiento inflado para lograr el curado. Para aplicaciones especializadas, el calor de los cables eléctricos incrustados en el revestimiento puede utilizarse para iniciar el curado. También se pueden utilizar combinaciones de curado, por ejemplo, para revestimientos muy gruesos. El control de la instalación del revestimiento y del proceso de curado es importante para obtener revestimientos consistentes y de alta calidad. Los sensores de temperatura incrustados pueden monitorear la evolución térmica del revestimiento durante el curado para asegurarse de que se logre un curado adecuado. El sistema de curado con luz ultravioleta permite una inspección de toda la longitud del interior del revestimiento antes de que se inicie el proceso de curado.